jueves, 22 de octubre de 2009

Arte público

En tiempos de crisis no toda la cultura cuesta. Algunos museos, por ejemplo. En Madrid hay una gran variedad de oferta cultural que es muy interesante. Una de ellas es el Museo de Arte Público o Museo de Escultura al aire libre de la Castellana, como anteriormente era conocido.

Luis Ortega - Madrid

Está ubicado bajo el puente de la calle de Juan Bravo, cerca de la estación de Metro Rubén Darío (línea 5), en pleno Paseo de la Castellana. Se compone de de 17 esculturas de diversos artistas, entre los que destacan Miró y Chillida, y todas ellas están hechas de diversos materiales, como hormigón, bronce o acero inoxidable. A continuación explicaremos algunas de ellas, continuando en una segunda parte con el resto.

Francisco Sobrino con Estructura permutacional, hecha en acero inoxidable, es una figura que, como su nombre lo indica, permuta de imagen y sentido cada vez que uno se acerca a ella y la contempla.

Martín Chirino con Mediterránea, destaca entre las demás, porque es la única que está pintada. El color, rojo intenso, además de la ubicación que tiene, la hacen que destaque al caer el agua de la Cascada que se encuentra en uno de los lados del puente, que como en la web del Museo se indica, se construyó para facilitar la comunicación entre dos zonas de la ciudad, debido a su expansión a finales de la década de los cincuenta.

Rafael Leoz con Estructuración del Espacio o Estructuración hiperpoliédrica del espacio, ubicado justo bajo el puente y en el centro, es una composición de figuras y cuerpos geométricos que, como el nombre lo indica, asemeja las diferentes formas que tiene el espacio de expresarse. Una escultura interesante de observar.

La escultura de Andreu Alfaro, Un món per a infants, tiene un encanto particular los días de sol. El brillo que cae sobre el acero inoxidable crea la sensación de movimiento en la escultura que hace parecer como si fuese una noria para los niños (según uno de ellos me lo dijo).

La escultura de Amadeo Gabino, Estela de Venus, está ubicada en el césped, a un lado del puente. La figura, que parece un simple cuadrado, podría ser mejor apreciada si estuviese menos alejada de la zona por donde se puede andar. No obstante, dejamos que tu seas el que interprete la misma.

La escultura de Marcel Martí, Proalí, está compuesta por diversas formas abstractas que dejan que el espectador se cree una idea a su imaginación, que en cierta forma, se podría decir que son diversos rostros representados en la figura. La escultura de Eusebio Sempere, Móvil, es una obra que cuelga del centro del puente. Tal como su nombre lo indica, es una obra que no se encuentra sujeta de los pies a la cabeza, por decirlo de alguna forma. Se encuentra suspendida de tal forma, que el viento, es el que elegantemente baila con el acero inoxidable.

El artista José María Subirachs y su obra Al otro lado del muro, hecha con hormigón y piedra caliza, muestra seis esferas que atraviesan un muro. Este, tiene por ambos lados las siluetas de las esferas que no se logran ver desde un lado. Parece que las esferas quieren traspasar la pared, forman un equilibrio con las del otro lado.

Por el momento terminaremos con Joan Miró y Meré Ubu, una escultura que asemeja una figura humana y al mismo tiempo a un animal. Se podría decir que un pingüino o un ave semejante, robusto y de grandes proporciones que ha sido hecho en bronce.

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